Es, sin lugar a dudas, el mayor fenómeno de la historia del cine. Desde que George Lucas imaginase Star Wars, la saga no ha hecho más que generar montañas de millones de dólares. Con una base fan incomparable, tanto películas como merchandising no han hecho más que generar descomunales beneficios desde hace más de 40 años. Para colmo, las nuevas generaciones han enloquecido con las cintas de Disney, lo que ya convierte en inabarcable la cantidad de fans que tiene Star Wars.
Con semejante volumen de devotos, no es de extrañar que ocurran cosas como esta. Y es que, allá por 1979, un juguete de Bobba Fett comenzaba a diseñarse con vistas a vender miles de muñecos. Sin embargo, el llamado J-hook Boba Fett dejaba de fabricarse al instante ya que el muñeco tenía un dispositivo en la espalda para lanzar dardos, lo que provocó que se considerase peligroso para los niños.
Pocos o ningún ejemplar del J-hook Bobba Fett han sobrevivido a los océanos del tiempo. Sin embargo, la casa de subastas Hawks tiene uno llegado de la colección personal de John Howison (encargado de probar su seguridad hace cuatro décadas) en perfecto estado y que se subastará online el próximo 7 de noviembre. Su precio de salida es de 150.000 dólares pero la casa de apuestas ha estimado que se alcanzarán los 500.000 dólares por él. Una auténtica barbaridad.