Ha sido una de las noticias más agradables de lo que va de año cinematográfico. Dos décadas después de que Lindsay Lohan se convirtiese en un auténtico icono tras protagonizar la exitosísima Chicas malas, la historia regresaba a nuestras vidas en forma de un divertidísimo y muy inteligente musical. Una película que se metía en el bolsillo nuevas generaciones al tiempo que enamoraba de nuevo a los que ya éramos muy fans de la cinta original.
Pues bien, uno de los grandes momentos de la película llegaba con la inesperada aparición de la mismísima Lindsay Lohan. Un cameo en la nueva Chicas malas que iba poco más allá de un par de minutos, pero que le habría resultado de lo más rentable a la pelirroja actriz. Y es que, según se ha sabido. Ese ratito de trabajo en la película le habría servido para embolsarse la friolera de medio millón de dólares. Un auténtico pastizar el que se llevaba Lindsay Lohan, amortizando al máximo su aparición. No se lo ha montado nada mal, la verdad.
¿De qué va Chicas malas?
La nueva estudiante Cady Heron (Angourie Rice) es bienvenida a la cima de la cadena social por el elitista grupo de chicas populares llamado “Las Plásticas”, gobernado por la intrigante abeja reina Regina George (Reneé Rapp) y sus secuaces Gretchen (Bebe Wood) y Karen (Avantika). Sin embargo, cuando Cady comete el grave error de enamorarse del ex novio de Regina, Aaron Samuels (Christopher Briney), se encuentra en el punto de mira de Regina. Con la ayuda de sus amigos marginados Janis (Auli’i Cravalho) y Damian (Jaquel Spivey), Cady se propone acabar con la depredadora del grupo y aprender a ser fiel a sí misma en la jungla más despiadada de todas: el instituto.