Era una de las series más esperadas del año. Después de convertirse en un auténtico éxito literario, la Reina Roja de Juan Gómez-Jurado al fin se plantaba en la parrilla de Prime Video. La plataforma de streaming había depositado grandes esperanzas y esfuerzos en la adaptación televisiva de una historia con gran fenómeno fan a sus espaldas. Una serie que, sin ser ningún desastre, ha quedado lejos de cumplir las expectativas.
A pesar del buen ritmo y del atractivo de sus personajes, la realidad es que Reina Roja no siempre funciona como cabría esperar. La historia se pierde a veces en los lugares comunes del género, cayendo de forma demasiado frecuente en lo reiterativo. Eso y algún que otro diálogo desajustado lastran lo que podría haber resultado una auténtica joya. Por suerte, los inmensos trabajos de Vicky Luego y Hovik sirven para que, en los momentos más bajos de Reina Roja, nos olvidemos de que hay demasiadas cosas mejorables.
¿De qué va “Reina Roja”?
Con un cociente intelectual de 242, Antonia Scott es oficialmente la persona más inteligente de la Tierra. Su inteligencia le valió convertirse en la ‘Reina Roja’ de un proyecto policial secreto y experimental, pero lo que parecía un don se convirtió en una maldición y acabó perdiéndolo todo. Cuando el hijo de una poderosa magnate aparece asesinado grotescamente en su mansión, y la hija del hombre más rico de España es secuestrada, la organización Reina Roja se pone en marcha. Mentor, antiguo jefe de Antonia, recurre a Jon Gutiérrez, un policía vasco y temperamental a punto de ser expulsado del cuerpo, para reactivar a Antonia. Un retorcido juego del gato y el ratón comienza.