Esto ya suena a canción escuchada mil veces. Resulta evidente para cualquiera que Martin Scorsese es uno de los mejores directores de la historia del cine. De hecho, no sería descabellado decir que es el mejor de todos los tiempos. Su filmografía está plagada de obras maestras y el paso de las décadas no ha mermado ni un ápice el talento de un tipo que sigue facturando joyas cinematográficas sin cesar.
Pues bien, nuestro queridísimo Marty llegaba a la gala de los Oscar 2024 con 10 nominaciones gracias a Los asesinos de la luna, su última cinta. El filme aspiraba a muchas de las categorías principales, incluyendo Mejor Película y Mejor Director. Incluso Lily Gladstone era la gran favorita para alzarse con el Oscar a la Mejor Actriz. Sin embargo, Los asesinos de la luna se iba a casa con cero galardones. Una descomunal derrota que no es ya ninguna sorpresa.
Los académicos suelen tener cierto miramiento con películas muy nominadas. Se intenta que nunca se vayan con un rosco a casa, otorgando al menos algún premio menor a modo “consolación”. Una deferencia que desaparece si la película es de Martin Scorsese. Su anterior filme, El irlandés, se iba también con un 0 de 10. Grotesco. Pero la cosa no termina ahí. Si nos remontamos más atrás, Gangs of New York terminaba también con otro 0 de 10. Y es que parece que la afición de la Academia por masacrar a una auténtica leyenda del cine no tiene fin. Ya se va haciendo imprescindible otro resarcimiento.
También se han ensañado con John Williams que siempre lo nominan y luego nada, así lleva 30 años… pero hacerle eso a una persona de 90 años, es de ser miserable cuando ya se va a retirar y hubiera quedado como premio honorífico, y aún no siendo buena BSO la de Indy5.
Los asesinos de la Luna, es muy superior al bodrio de Oppenheimer, que es muy mala, solo ha tenido mucho marketing, pero con ridículas escenas de desnudos y de juicios para dar moralina.
Nolan el más sobrevalorado con pelis pseudo pretenciosas
Dan grima esos premios, atrás quedaba cuando daba gusto levantarse de madrugada para verlos