Provocar un incendio de vez en cuando tiene su punto. En Netflix son plenamente conscientes de ello. La plataforma de streaming suele jugársela con algún estreno arriesgado de vez en cuando, lo que supone una maniobra promocional sensacional, pero también más de un quebradero de cabeza. Si no, atentos a estas cuatro películas:
-White Girl: Una universitaria de juerga por Nueva York, en busca de droga y emociones fuertes, encuentra algo auténtico a lo que aferrarse y que podría perder más pronto que tarde. El alto contenido sexual y los enormes excesos de la película provocaban una tormenta de reacciones en todos los sentidos. Amada o detestada a partes iguales, White Girl resultaba una de las cintas más polémicas de 2016.
-La primera tentación de cristo: Jesucristo (Gregório Duvivier) vuelve a casa para celebrar que cumple los treinta con un invitado sorpresa. Un especial navideño de los cómicos Porta dos Fundos. La sátira no suele sentar demasiado bien a ciertas sensibilidades religiosas con poca cintura para el humor. En este caso, la divertida cinta brasileña llego a prohibirse.
– 365 días: Massimo es miembro de la mafia siciliana y Laura es una directora de ventas. Exitosa en el trabajo pero un tanto aburrida en el amor, ella decide viajar con su novio y un grupo de amigos a Sicilia, pero allí se cruza con Massimo Torricelli, quien acaba de heredar el negocio de la mafia. Decidido a que ella se quede con él, la encierra durante 365 días, para que se enamore de él. Mala con ganas, pero un fenómeno en toda regla. La película polaca arrasaba con un erotismo salvaje.
– Guapis: Amy tiene 11 años y se queda alucinada con un grupo de baile de chicas. Para unirse a ellas, empieza a explorar su feminidad, desafiando las tradiciones de su familia musulmana. La sexualización de la imagen de unas niñas provocaba una descomunal polémica con la película que le costaba unos cuantos disgustos a Netflix.