Ya tiene su anhelado Oscar. Después de que Oppenheimer se haya convertido en la película del año, el bueno de Christopher Nolan ya se encuentra manos a la obra de cara al desarrollo de su próxima película. Cada vez que el director británico se pone detrás de las cámaras, el resultado es que la crítica se rinde a sus pies y que el público llena las salas de cine de todo el planeta. Así, el interés era máximo por conocer lo que se traía entre manos para volver a cines.
Muchos se había hablado de la posibilidad de que, tras Oppenheimer, la siguiente parada de Christopher Nolan fuese la próxima película de la saga James Bond. De hecho, el nombre de Nolan se ha vinculado en numerosas ocasiones a 007, pero nunca ha terminado de llegar a buen puerto y esta vez no será la excepción. Tal y como ha adelantado ya Variety, los planes de Nolan pasan por lanzarse con un remake de la serie El prisionero, una ficción televisiva creada por George Markstein y Patrick McGoohan en 1967.
Tras renunciar a su puesto, un importante agente del Gobierno Británico es gaseado y llevado a un pequeño y aislado pueblo costero, donde gente que sabe demasiado es retenida durante el resto de sus vidas. A lo largo de la serie el agente, el Número 6, intenta escapar mientras desafía todos los intentos de quebrar su voluntad y contar la razón de su renuncia. ¿Pero cómo escapar de esta extraña y fuertemente protegida prisión? ¿Y quién es el misterioso Número 1 que está al mando?
Efectivamente, el argumento de El Prisionero mezclaba a lo grande ciencia ficción y suspense, una fórmula que casa a la perfección con el gusto cinematográfico de Christopher Nolan. Pinta bien el asunto.