No salió la cosa precisamente como se esperaba. Después del mal sabor de boca que nos dejó en su día Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, o en Disney se habían propuesto darle la despedida cinematográfica que se merecía el emblemático personaje de Harrison Ford. Así, el pasado año llegaba a nuestras vidas Indiana Jones y el dial del destino, una cinta que no estaba nada mal, pero que quedaba muy lejos de conseguir los resultados en taquilla que todo el mundo esperaba. Una decepción en toda regla que dejaba un importante agujero económico para Disney.
Entre los gastos de producción, de marketing y las costosas mejoras en postproducción (80 millones ni más ni menos), la inversión total de la película se iba hasta los 387 millones de dólares. Una cifra exacta, ya que al rodarse la película en reino Unido los datos fiscales han de ser públicos. Pastizal en toda regla, con una de las producciones más costosas del cine.
Pues bien, con estos datos sobre la mesa, en Forbes han hecho un cálculo exacto del problema que Indiana Jones y el dial del destino ha causado en las arcas de Disney y la verdad es que es como para caerse de culo. Teniendo en cuenta detalles como que la película recaudaba 383 millones de dólares, si descontamos lo que se quedaban los cines, al final la cinta resultaba deficitaria para Disney en 134,2 millones de dólares. Un palo de los buenos.
De esta forma, Indiana Jones y el dial del destino dejaba un regusto mejor en el paladar de los espectadores, pero una ruina absoluta en las oficinas de Disney.
Las pérdidas también para los que fueron al cine a ver semejante despropósito, un insulto al espectador, una humillación a un personaje memorable, una pena que no se hicieran continuaciones en los 90 o como mucho los 2000 cuando no estaba todo el tema woke, haberla hecho ahora y con un Indy tan mayor… ya no era el momento