Es difícil de entender lo que ha ocurrido con él en los últimos años. Sin lugar a dudas, Woody Allen es uno de los cineastas más importantes de la historia del cine, además de un intelectual de difícil comparación. El séptimo arte no podría entenderse sin su figura, pero los últimos tiempos han sido la mar de difíciles. Y es que, allá por el año 2019, se decidía hacer un juicio social sin mucha base al veterano artista.
A principios de los noventa, Mia Farrow decidía acusar a Woody Allen de abuso, después de conocer la relación que su pareja durante años había iniciado con Soon-Yi, hija adoptiva de la actriz. Lo que señalaba era que Dylan Farrow, también hija de Mia Farrow, había sufrido abusos por parte de Woody Allen. Algo que iba a sede judicial y era peritado hasta en dos ocasiones. En ambas de declaraba en firme la inocencia de Woody Allen. Además, el otro hijo de Mia Farrow dejaba claro que todo había sido inventado a consecuencia del traumático divorcio. Un caso que fue de dominio público y que conocían todos los que trabajaban con Allen durante las siguientes décadas.
Sin embargo, la tormenta que se desataba contra Woody Allen era terrible. Más allá de lo moralmente reprobable de su comportamiento, lo cierto es que ya había quedado libre de todos los cargos mucho tiempo atrás. Muchos actores renegaban entonces de Allen y ya nadie quería que su nombre se vinculase con el de uno de los más grandes de la historia del cine.
Ahora, después de regalarnos el pasado año la genial Golpe de Suerte, rodada en Francia y con un reparto desconocido, podría ser el cierre de su carrera. La película número 50 y, probablemente, la última. Al menos eso se reduce de su entrevista concedida a AirMail.
“Me siento indeciso. No me encuentro con fuerzas como para salir a buscar dinero. Si alguien viniese y dijese que vamos a hacer una película y que quiere financiarla, sería distinto. En cualquier caso todo ha cambiado. La distribución ya no es lo que era y el paso por los cines resulta corto. El romanticismo del cine ha terminado”. ¿Es esto la despedida de Woody Allen a sus 88 años?