Tipo listo nuestro queridísimo Mads Mikkelsen. No vamos a descubrir ahora que el actor de Hannibal es uno de nuestros preferidos. Capaz de dar vida de forma brillante al doctor Lecter, de ponerse al servicio del Imperio en Rogue One o de enfrentarse al mismísimo Doctor Extraño, todo lo que toca este hombre se convierte en éxito. De hecho, su famoso ojo clínico para detectar buenos proyectos queda más que comprobado después de que el propio Mikkelsen haya confesado que sólo se largo de una audición a la mitad, y fue la de Cuatro Fantásticos.
“Creo que ha sido el único casting del que me he ido. No podía hacerlo, estaba muy mal organizado y me sentía como un idiota. No te pueden meter en una habitación con un silla y un escritorio y pretender que interpretes una frase totalmente aleatoria. ¿No tienen otro tipo de decorados?”
El olfato no le falló al bueno de Mads. Lo que allí se estaba fraguando era el origen de uno de los mayores desastres del cine moderno. Su rol pudo ser el del Doctor Doom, pero mucho nos tememos que no habría suficiente para salvar del desastre a la cinta.
fue para la película del 2005, no para la última! y era para el papel de Reed Richards