Cuando nos ponemos a pensar en las películas más rentables de la historia del cine, lo normal es que se nos vengan a la mente cintas como Avatar, Vengadores: Endgame o Titanic. Nada más lejos de la realidad. En el caso de estas superproducciones hablamos de recaudaciones inmensas, pero si de rentabilidad para la cosa hay una película que las pulveriza a todas: Paranormal Activity.
En el año 2007, apostando por una fórmula de lo más austera, llegaba nuestras vidas esta obra maestra del terror moderno. Una pareja feliz, joven y de clase media ve su vida atormentada por un espíritu demoníaco. Ella es una estudiante que está punto de graduarse como profesora, y él, un corredor de bolsa que trabaja desde su casa. Viven desde hace tres años en una casa que hasta el momento les parecía completamente normal; pero, inesperadamente, extraños fenómenos paranormales empiezan a perturbar su vida. ¿Coste de todo? Pues, gracias a una austera puesta en escena, 15.000 dólares era lo que se dejaba Paranormal Activity.
Después de ver el material y la idea inicial, en Paramount se dieron cuenta de que aquello era una mina de oro, hasta el punto de que decidían pagar 350.000 dólares por hacerse con los derechos de exhibición de la película y de posibles secuelas. Para su estreno en los cines, la compañía invertía 250.000 dólares más con el objetivo de editar de nuevo algunas escenas y rodar un par de finales alternativos. Trabajo que daba resultados espectaculares.
La friolera de 193 millones de dólares recaudados en taquilla lograba Paranormal Activity. Un pastizal y el inicio de una franquicia que va ya por ocho entregas. Y lo mejor de todo es que es la película más rentable de la historia del cine. Curioso.