Ya no se hacen películas como esta. En el año 1993, Steven Spielberg nos regalaba la que sin duda es una de las grandes películas de nuestra vida. Jurassic Park llegaba a las salas de cine de todo el mundo, arrasando a lo bestia. El filme lograba encandilar a la crítica y a millones de fans, hoy convertidos en auténticas legiones.
Nunca habrá unos dinosaurios como los de Spielberg. La expectación era máxima ante lo que estaba preparando el enorme director. Un trabajo arduo y pormenorizado, en el que cada pequeño detalle cobraba enorme importancia. El bueno de Steven sabe como provocar la máxima inquietud y disparar las dosis de realismo. Si no, atentos a la charla que le daba a su equipo antes de comenzar a rodar Jurassic Park. En ella dejaba clara la importancia de la respiración para volver la experiencia más orgánica. Brutal.