“No hables con extraños” (no confundir con la serie de Netflix) es un thriller que arranca con fuerza pero que, en su desarrollo, acaba dejando una sensación agridulce. La película plantea una historia interesante: un hombre común, Adam Price, cuya vida se desmorona cuando un desconocido le revela un secreto devastador sobre su esposa. A partir de ahí, el protagonista se adentra en una espiral de mentiras y desconfianza que prometía mantenerme en tensión constante.
Al principio, la trama es absorbente. El misterio alrededor del extraño y los secretos que va revelando es intrigante, y la atmósfera de tensión se mantiene bien durante los primeros momentos. Sin embargo, conforme la historia avanza, esa fuerza inicial comienza a perderse. Lo que parecía un sólido thriller psicológico con un toque de misterio, se vuelve más complicado de lo necesario, con giros que a veces me resultaron predecibles y que no aportaban mucho a la trama.
Uno de los problemas principales que tuve con la película es que, aunque al principio presenta un buen ritmo, hacia la mitad se siente que está intentando abarcar demasiadas cosas a la vez. Hay demasiadas subtramas que no logran entrelazarse bien, lo que provoca que la narrativa se sienta sobrecargada y dispersa. Además, algunos personajes secundarios, que al principio parecen ser importantes, se desdibujan y no terminan de aportar nada significativo a la historia.
En cuanto a las actuaciones, aunque son correctas, no me parecieron especialmente memorables. Richard Armitage como Adam Price tiene momentos en los que logra transmitir la confusión y el dolor de su personaje, pero siento que el guion no le da suficiente profundidad para que el espectador se involucre emocionalmente con él.
En resumen, “No hables con extraños” es entretenida si te gustan los thrillers, pero no logra mantener el nivel de suspense necesario para que realmente me atrapara de principio a fin. Lo mejor de la película está en su premisa inicial, pero se pierde en una ejecución demasiado compleja y poco satisfactoria.