La película que casi acaba con Marvel en los 80

En los años 80, Marvel Comics disfrutaba de una buena racha en el mundo editorial, con personajes icónicos como Spider-Man y los X-Men dominando el mercado. Sin embargo, el salto al cine no siempre ha sido su fuerte, y eso quedó claro con Howard el pato (Howard the Duck), una película que estuvo a punto de hundir a la compañía y marcó un oscuro capítulo en su historia.

La película, estrenada en 1986 y dirigida por Willard Huyck, tenía detrás un peso pesado de Hollywood: George Lucas, que buscaba replicar su éxito tras Star Wars y Indiana Jones. La idea era convertir al irreverente personaje de Howard, un pato antropomorfo creado por Steve Gerber y Val Mayerik, en un fenómeno de masas. Marvel, emocionada con el respaldo de Lucas, esperaba que esta producción consolidara su entrada al cine.

Sin embargo, todo salió mal desde el principio. El tono de la película era confuso: una mezcla de comedia absurda, ciencia ficción y momentos que, a día de hoy, resultan incómodos. Aunque el personaje de Howard tenía cierto culto entre los lectores de cómics por su humor satírico, la película perdió ese espíritu, resultando en una historia poco coherente que ni los adultos ni los niños supieron apreciar.

A esto se sumaron problemas técnicos y estéticos. Howard era representado por un traje animatrónico que lucía poco convincente y caricaturesco, lo que dificultaba que el público conectara con el personaje. Las críticas destrozaron el filme y la taquilla fue un desastre: costó unos 37 millones de dólares y apenas recaudó 16 millones, convirtiéndose en un auténtico fracaso financiero.

El golpe para Marvel fue devastador. Aunque no produjeron la película directamente, su imagen quedó severamente dañada. En un momento donde las franquicias cinematográficas comenzaban a definir la industria del entretenimiento, Howard puso a Marvel en una posición incómoda frente a sus competidores. Afortunadamente, la compañía pudo mantenerse gracias a las ventas de cómics y otras licencias, pero la lección fue clara: aún no estaban preparados para el cine.

El legado de Howard el pato es un recordatorio de los riesgos que enfrentan las grandes compañías al trasladar personajes icónicos a nuevos formatos. Aunque Marvel hoy es sinónimo de éxitos multimillonarios en la gran pantalla, este traspié de los 80 casi entierra el futuro de la compañía antes de tiempo. Irónicamente, Howard logró redimirse años después con apariciones en películas como Guardianes de la galaxia, donde su espíritu cómico y satírico volvió a brillar, pero con la lección bien aprendida por parte de Marvel: el cine y los cómics no siempre se llevan tan bien como parece.

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