Hellboy: El hombre retorcido nos espera el 6 de junio

Hay personajes que parecen tener la condena escrita a fuego. Hellboy es uno de ellos. Desde que Mike Mignola lo dibujó por primera vez en 1993, el demonio rojo con mano de piedra y humor ácido ha vivido toda clase de peripecias: del cómic al cine, del éxito al olvido, del reboot a la esperanza renovada. Ahora, la bestia del Averno vuelve a la gran pantalla con Hellboy: The Crooked Man, una entrega que promete un giro hacia el terror más oscuro, el folklore maldito y una atmósfera que huele a madera vieja y a hechizo antiguo.

Hellboy se adentra en el horror rural: “The Crooked Man” quiere ser la peli más terrorífica de la saga

En esta ocasión, Jack Kesy se mete en la piel (roja) del demonio con cuernos limados, en lo que supone el tercer intento cinematográfico de relanzar la franquicia tras la versión de Guillermo del Toro y el reboot fallido de 2019. Y lo hace bajo la batuta de Brian Taylor, el director de Crank y Gamer, un tipo conocido por su cine acelerado y algo punk, que aquí promete bajar las revoluciones para adentrarse en un terreno más siniestro y contenido.

La trama nos lleva a los Apalaches rurales de los años 50, un escenario poco explorado en el cine de terror mainstream, y mucho menos en el universo de Hellboy. El demonio se alía con una joven y novata agente del AIDP, interpretada por Adeline Rudolph, y ambos terminan varados en una comunidad aislada, donde la superstición y la brujería siguen marcando la vida cotidiana. Allí conocerán a El Hombre Retorcido, una especie de espantapájaros salido de una pesadilla americana, que lidera un pueblo encantado, entre sectas y maldiciones ancestrales.

Para los fans del cómic, este personaje no es nuevo: The Crooked Man es una de las historias más celebradas de Mignola, publicada en 2008, y una de las que mejor capturan el tono sombrío y folklórico que muchos han echado de menos en las adaptaciones previas. Aquí el terror es más rural que cósmico, más de brujas y pactos sangrientos que de nazis y dioses antiguos. El propio guion está coescrito por Mignola, lo que ya es garantía de fidelidad al espíritu original.

El reparto se completa con Jefferson White, Joseph Marcell (sí, el mítico mayordomo Geoffrey de El Príncipe de Bel-Air), Leah McNamara y Suzanne Bertish, quienes dan vida a una galería de personajes que parecen salidos de una leyenda contada al calor de la hoguera, en mitad de un bosque donde nadie querría quedarse solo.

Con una duración de 99 minutos, Hellboy: The Crooked Man promete ser la entrega más breve, pero también la más tensa y terrorífica de la saga. Adiós al espectáculo explosivo y a la épica superheroica: aquí lo que hay es horror puro y denso, con brujería, demonios y un protagonista que parece más cómodo cazando monstruos en pueblos olvidados que enfrentándose a invasiones apocalípticas.

Y sí, el diseño de Hellboy es más sobrio, con menos músculo digital y más maquillaje clásico, algo que los fans old school seguro agradecerán. Kesy, lejos del carisma de Ron Perlman y de la dureza de David Harbour, ofrece un enfoque más introspectivo del personaje. Un Hellboy cansado, desencantado pero no derrotado, que encara al Hombre Retorcido como quien ha visto demasiadas cosas para temer a una más.

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