¿Cómo se rodó “Adolescencia”? Netflix nos lo cuenta.

Hay series que se ganan el aplauso del público por su historia, sus personajes o su fotografía. Y luego está ‘Adolescencia’, que directamente se merece un aplauso por lo inhumano de su rodaje. Netflix España ha revelado algunos secretos de producción en su cuenta oficial de X (antes Twitter, pero ahora nadie sabe cómo llamarlo), y ha dejado claro que cada episodio se grabó en una única toma continua, sin cortes ni trampa ni cartón.

Sí, has leído bien. Una hora de metraje rodada del tirón, al más puro estilo teatro, pero con cámaras en movimiento, cambios de escenario y cientos de extras que debían estar en su sitio con precisión quirúrgica. Si te estabas preguntando si lo hicieron a la primera, la respuesta es no. Y un rotundo no.

16 TOMAS Y UNAS CUANTAS PACIENCIA INFINITA

El plan original era grabar cada episodio diez veces: por la mañana y por la tarde, cinco días seguidos. Pero claro, cuando el mínimo error te obliga a tirar una hora entera a la basura, los planes vuelan por la ventana. El episodio 4, por ejemplo, llegó a la toma número 16 antes de conseguir la buena. Y eso que el primero les salió casi a la segunda. Milagros de la juventud, suponemos.

UNA ESCUELA LLENA DE ADOLESCENTES Y NERVIOS

En el segundo episodio, la acción se traslada a un instituto donde había que coordinar a 320 adolescentes haciendo de alumnos y 50 adultos en los papeles de padres y profesores. Todos sincronizados. Como un flashmob, pero sin música y con la presión de que si alguien estornuda fuera de tiempo, vuelta a empezar. Hubo 13 intentos antes de lograr la toma final.

EL SECRETO DETRÁS DEL PLANO DEL DRON

Y para los más curiosos (o incrédulos), Netflix también ha aclarado cómo demonios consiguieron ese plano de dron en el episodio 2. El director de fotografía llevaba la cámara en mano siguiendo a una alumna hasta un semáforo. Allí, un equipo acopló la cámara al dron en plena grabación, y el aparatito salió volando como si tal cosa. Magia, pero de la que suda tinta.

ENSAYOS MILIMÉTRICOS Y CÁMARAS INVISIBLES

La clave del éxito estaba en los ensayos: comenzaron con segmentos de cinco minutos y cada día aumentaban la duración, hasta llegar a ensayar capítulos completos sin interrupciones. Mientras tanto, el reparto no solo aprendía sus líneas, sino que memorizaba cada movimiento de cámara, como si fueran bailarines de un musical sin música.

¿Y SI ALGUIEN LA LÍA?

Pues depende. Si la cosa era leve, se seguía adelante y aquí no ha pasado nada. Pero si el error era de los gordos, había que abortar misión y empezar desde cero. Según cuentan, sin presiones… aunque cualquiera se atreve a olvidar una línea cuando hay 300 personas esperando.

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