‘Una película de Minecraft’ arrasa en taquilla y supera a Mario

Después de un comienzo de año más frío que una mazmorra de hielo en modo hardcore, la taquilla internacional por fin respira. Y no ha sido gracias a una secuela, ni a un reboot, ni a un drama oscarizable de tres horas: ha sido por culpa —o gracias— a un universo hecho de bloques. ‘Una película de Minecraft’, el nuevo intento de Legendary y Warner Bros. por convertir un fenómeno digital en un éxito cinematográfico, ha hecho algo que ni el más optimista de sus productores esperaba: reventar los récords del cine basado en videojuegos.

La película ha debutado con unos impresionantes 301 millones de dólares a nivel mundial, distribuidos en 157 millones en Estados Unidos y 144 millones en el resto del mundo. Y eso que las previsiones más halagüeñas del viernes hablaban de 130 millones. Pero no: el boca a boca, el empuje del fandom y, probablemente, unas buenas palomitas han hecho su magia.

Récord tras récord… y los que quedan

Con estas cifras, el film ya ha pasado por encima del que era el campeón hasta ahora: ‘Super Mario Bros. La película’, que en 2023 se anotó un debut de 146 millones. Es más, en EE. UU. no se veía un estreno así desde aquel combo de testosterona mutante que fue ‘Deadpool y Lobezno’ el pasado julio. En cuanto al sábado, Warner puede presumir de haber tenido su mejor día en taquilla de la historia con 60 millonazos en 24 horas.

Y esto no ha hecho más que empezar. Porque en China también ha arrasado, y si hay algo que Hollywood adora más que las buenas críticas es un mercado internacional entregado. Además, con un presupuesto de 150 millones (al que habrá que sumar el habitual gasto en marketing, claro), la rentabilidad está prácticamente garantizada. Casi tan sencillo como construir una casa en modo creativo.

¿Por qué funciona ‘Minecraft’? Porque no solo va de niños

Uno de los secretos del éxito de esta adaptación está en su habilidad para conectar con públicos muy distintos. Aunque Minecraft nació como un juego para niños (y padres pacientes), la película ha logrado atraer desde los peques hasta adolescentes, jóvenes adultos nostálgicos y gamers de pro. Una rara avis en una industria que suele segmentar con bisturí.

Y no olvidemos el fenómeno fan que se ha construido en torno a este universo durante más de una década. Cuando combinas nostalgia, curiosidad y una ejecución decente (sin insultar la inteligencia del espectador, lo cual ya es mucho pedir), tienes una receta ganadora. O al menos, rentable. Porque esto no va de hacer obras maestras, sino de hacer caja.

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