Se veía venir. Hace unas semanas, Netflix daba la bienvenida a una de sus series más esperadas. La ficción televisiva de Resident Evil estaba llamada a convertirse en un auténtico exitazo. Desgraciadamente, la cosa salía como se esperaba. Cierto es que el público convertía a Resident Evil en una de las series más vistas durante sus primeras semanas, pero tampoco se podía negar que era una de las apuestas más flojas de la compañía.
Carente de una historia capaz de engancharnos, del terror necesario o de las dosis de suspense que le exigiríamos a una apuesta del estilo, la realidad es que poco o nada funcionaba en una serie fallida en casi todos los aspectos.
Así las cosas, en Netflix han decidido cortar por lo sano. La plataforma de streaming anunciado oficialmente la cancelación de la serie de Resident Evil. Una apuesta que prometía darnos varias temporadas entre zombies y la Corporación Umbrella, pero que no irá más allá de la primera tanda de episodios. Una pena, porque seguimos pensando que en los emblemáticos videojuegos hay material de sobra para ofrecernos algo mejor.