Hay películas que bien merecerían un amor eterno, pero las que el público olvida sin que existe explicación para ello. Algunas, con calibre de obra maestra, como la que hoy nos ocupa. Y es que David Cronenberg, uno de los directores con más talento de la historia del cine, se sacaba de la manga en el año 2005 Una historia de violencia, joya que hoy todavía no sigue impactando.
Tom Stall (Viggo Mortensen) vive tranquilamente con su mujer (Maria Bello) y su hijo en un pequeño pueblo de Indiana, donde casi nunca pasa nada. Pero un día, tras evitar un robo en su restaurante, no sólo es considerado un héroe por todos, sino que además atrae la atención de los medios de comunicación. En estas circunstancias, recibe la extraña visita de alguien que asegura conocer su pasado…
Todo es salvaje y visceral en una película que viene a recordarnos esa viejo dicho de que el pasado siempre vuelve. Como si de un western se tratase, David Cronenberg camina con maestría por una senda tortuosa, apoyado en un guion portentoso. Eso por no hablar de una serie de actores en estado de gracia.
Viggo Mortensen, Maria Bello, William Hurt y Ed Harris se salen, comiéndose la pantalla cada vez que aparecen en imagen. Una historia de violencia es de lo mejor que se ha hecho en el cine en el nuevo milenio y ya era hora de decirlo.