Es pleno verano, y dos hermanos gemelos esperan pacientemente a que su madre regrese a casa tras una operación de cirugía plástica. Cuando llega con la cara completamente vendada se muestra fría, distante y obsesiva. El cambio en su personalidad hará que los niños se pregunten si la mujer es realmente su madre o se trata de una impostora.
Era el año 2014 y desde Austria nos llegaba una maravilla del terror llamada Buenas noches, mamá (Goodnight, Mommy). La apuesta era arrolladora con una de esas cintas capaces de ir ofreciendo giros cada vez más terribles. Obra maestra del género que ya estaba disponible en Prime Video, como ocurre desde ahora con su remake.
Hace unos días se plantaba en la parrilla de la plataforma la versión americana de Buenas noches, mamá. Cierto es que no alcanza el nivel de la cinta original, pero ni de lejos estamos ante una versión desacertada. Naomi Watts pone su infinito talento al servicio de una película que ni de lejos es tan escalofriante como la versión sueca, pero qué bien da para pasar un buen rato.