Michael Myers ha tenido una segunda juventud de lo más interesante. Desde que volviese a nuestras pantallas allá por el año 2018 con La noche de Halloween, todos nos las prometíamos muy felices. La película era sensacional, mostrándonos las consecuencias psicológicas en el personaje de Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) de vivir obsesionada con el trauma y con un episodio no cerrado que le impide seguir adelante. Todo un compendio de buenas ideas qué prometía tener continuidad en la trilogía qué pronto se anunciaba.
El pasado año, Halloween Kills nos dejaba bastante fríos. La película no lograba en ningún caso alcanzar el nivel de su predecesora. La nueva matanza de Michael Myers decepcionaba, provocando que todos los fans de la saga nos agarrásemos a una tercera entrega que lejos de darnos el final soñado ha venido a culminar la decepción.
Halloween Ends no es el final que nos merecíamos. El sanguinario viaje que propone la película resulta monótono y aburrido. Ya no hay sorpresa en la creatividad de Michael para las muertes. Todo es repetitivo hasta la saciedad. Casi dos horas de película en la que nuestro único deseo es el de que, esta vez sí, sea el adiós definitivo de un auténtico icono del terror que ya se ha exprimido todo lo que se podría.