¿Os acordáis de aquella comedia inglesa de principios de década con Hugh Grant, Toni Collette , Rachel Weisz y un jovencísimo Nicholas Hoult? Pues parece ser que a alguien le ha apetecido volver a adaptar la historia de Nick Hornby: “Un niño grande”, o “About a Boy” en su título original, tiene segunda vida en el formato televisivo más de moda.
Esta nueva versión de “Un niño grande” empezó a emitirse en el canal estadounidense NBC en febrero de este año y su productor/creador no es otro que Jason Katims, el hombre que está detrás de éxitos televisivos como “Friday Nighst Lights” o “Parenthood“. Si lo pensamos bien, tiene sentido y se ajusta al tipo de historias que al señor Katims le gusta producir para llegar a un amplio público no demasiado exigente, pero sí muy emocionable.
No me malinterpretéis. No estoy en contra de esta inmensa oleada de series; cuanta más variedad tengamos, más podemos elegir, aunque a veces tenemos tantas opciones de entretenimiento por capítulos que podemos sentirnos abrumados. Sin embargo, creo que en muchos casos se están apostando esfuerzos a historias que ya conocemos y que no van a aportar nada nuevo, salvo saturar el mercado con productos que, queramos o no, terminan siendo mediocres, algo que tampoco es nuevo.
No creo estar equivocado cuando mi índice se levanta para señalar a este show como uno más de esos que van a engrosar la lista de series que, sí, están bien, hacen gracia, pero no van a encabezar ningún ranking que lleve en su título la palabra “mejor”. Ojalá que no sea así.
“Un niño grande” / “About a boy” (2014)
El casting que completaban los actores antes mencionados ahora se cambia por David Walton como Will y Benjamin Stockham como Marcus. A Toni Collette la reemplaza Minnie Driver en el papel de madre hippie y nada convencional, así que ya tenemos en juego al trío protagonista de esta historia, ahora convertida en serie de 13 capítulos. Todos los títulos empiezan con la palabra “About” (Sobre) y cada uno de los episodios valdrá para explorar los complicados mecanismos que se ponen en juego cuando una persona se relaciona e intenta establecer vínculos.
Rápido spot publicitario de “Un niño grande” (2014)
Quizá me estoy quemando para una serie de 22 minutos de duración, pero es que no puedo evitar sentir que están desgarrando una buena historia. La profundidad que podía tener la película co-dirigida por Chris Weitz y Paul Weitz, que tampoco era demasiado, se va a ir al traste por encasillar esta complicada visión de los vínculos extrafamiliares en el apartado de comedias ñoñas sobre enfermedades, sobre la vida, como si de todo tuviéramos que hacer un chiste malo y ninguna reflexión. El encanto de los personajes queda empañado por unas caras demasiado “televisivas”, que no es que sean guapos, pero tienen ese aire acartonado de la mayoría de los producciones norteamericanas.
En fin, que ya he dejado bastante claro que no me gusta la idea de esta revisión de “Un niño grande” en formato sitcom. ¿Qué pensáis vosotros? Es vuestro turno y me interesa mucho lo que tenéis que decir al respecto, a lo mejor no es tan terrible como lo pinto y soy un amargado, que también puede ser.