Estos errores son impropios de él. A lo largo de las últimas décadas, Russel Crowe además está dos inmenso talento cada vez que se ponía ante las cámaras. El ganador del Oscar por Gladiator iba cimentando su carrera gracias también a su buena mano para escoger papeles y proyectos, algo que ha comenzado a desajustarse en los últimos años.
A pesar de que siempre deja claro en sus personajes un buen hacer espectacular, lo cierto es que lleva varios patinazos bastante reseñables. La película de La Momia (2017) o la flojísima Salvaje (2020) eran buenos ejemplos. Sin embargo, ninguna ofrecía una propuesta tan pobre como La forja de un campeón, un filme que acaba de llegar a las salas de cine de nuestro país.
A principios del siglo XIX, cuando el boxeo era el deporte de los reyes, Jem Belcher (Matt Hookings), un joven y talentoso boxeador, siguiendo los pasos de su abuelo Jack (Russell Crowe), luchó hasta convertirse en el campeón más joven de la historia de Inglaterra. Esta es la historia real, jamás contada hasta ahora, del nacimiento del boxeo. Todos los ingredientes para conseguir un resultado interesante. Nada más lejos de la realidad. Lo que nos encontramos con La forja de un campeón es una ensalada de lugares comunes y clichés difícilmente consumible. Una película con muy poco que aportar y que se convierte en uno de los mayores errores en la carrera de nuestro queridísimo Russell Crowe.