Ha sido del cierre de la fase 4 del universo cinematográfico de Marvel. Hace varias semanas se plantaba en las salas de cine de todo el planeta Black Panther: Wakanda forever. La segunda entrega de la saga monográfica del personaje era uno de los proyectos más ambiciosos de la Casa de las Ideas. Tras el arrollador éxito de la primera película, todos esperábamos como agua de mayo el regreso del personaje de Chadwick Boseman. Desgraciadamente, la muerte del actor en verano de 2020 provocaba que todo el proyecto de Black Panther 2 cambiase de forma radical.
Nos encontramos en las salas de cine con una película completamente distinta a lo que de arranque planeaba Ryan Coogler, director y guionista de la película. Y es que el fallecimiento del protagonista obligaba a reinventar la cinta. Eso sí, el propio Coogler nos acaba de dudas sobre lo que habríamos visto en Black Panther 2 de no haberse producido la inesperada muerte del actor.
En una entrevista concedida a New York Times, el responsable de la película confirmaba que todo giraría alrededor de la relación entre T´Challa y su hijo. Y es que, el rey de Wakanda se habría visto obligado a ausentarse de la vida de su pequeño en sus primeros años de vida, por lo que coincidiendo con su octavo cumpleaños, se los lleva para un rito en las montañas. El problema es que, cuando eres un superhéroe, tienes que salvar el mundo en el momento menos esperado, de modo que Black Panther tenía que enfrentarse a una terrible amenaza y proteger a su hijo al mismo tiempo.
Una lástima que nuestro queridísimo Chadwick Boseman nos dejase de forma tan prematura y que nunca pudiésemos ver la Black Panther 2 que iba a ser.