Hay ciertas películas que tenemos archivadas en nuestra memoria en algún rincón apartado y cubiertas de polvo. Cintas que, vistas hoy desde la perspectiva del tiempo, parece increíble que sucediesen. En cualquier caso, conviene asumir la realidad y decir que hubo un día en el que alguien decidió hacer películas en las que Arnold Schwarzenegger se quedaba embarazado o en las que Clint Eastwood compartía planos con un orangután.
Efectivamente, hablamos de Duro de pelar. Corría el año 1978 y el director James Fargo se ponía al frente de una película en la que el tipo más duro del cine se metía en la piel de un camionero que iba por el mundo acompañado de un orangután ganado en una apuesta. Una suerte de comedia, con puntito romántico y con buenas dosis de leña.
A pesar de lo extravagante de la apuesta, la fórmula funcionaba a las mil maravillas en la taquilla americana. De hecho, Duro de pelar era la segunda película de mayor recaudación en suelo americano en 1978, solo por detrás de Superman. Clint Eastwood, un orangután, música country y puñetazos por doquier. ¿Qué podía salir mal?
Duro de pelar es una película caída en el olvido. En cualquier caso, nunca está de más reencontrarse con ejercicios de cine tan lúdicos y divertidos.