Este tipo es una auténtica fuerza de la naturaleza. Desde hace unos años, el nombre de Miles Teller se ha convertido en uno de los más cotizados de Hollywood. Y es que el actor no deja pasar oportunidad para mostrar su infinito talento. El público le quiere y él corresponde a base de grandes trabajos. Wiplash, The Spectacular Now o la reciente Top Gun: Maverick son buena muestra de ello.
Hay un detalle que no pasa desapercibido para nadie. Tanto el rostro como el cuello de Miles Teller están llenos de cicatrices. Señales de un accidente de tráfico que casi le cuesta la vida cuando estaba en la universidad. Un desafortunado incidente del que las mencionadas cicatrices son recuerdo imparable.
Ocho vueltas de campana daba el vehículo que conducía el amigo del actor. Un Miles Teller que salía despedido a más de 40 metros del coche. Era el año 2007 y Teller salvaba la vida de auténtico milagro. Incontables fracturas y heridas que requirieron mucho tiempo de recuperación. De hecho, el actor se sometía a varias cirugías para disimular los daños que dejaba en su cara el accidente.
“Todavía tengo gravilla incrustada en la cara”, ha comentado Miles Teller en alguna que otra ocasión. Y es que aquel día volvió a nacer un joven que aún no podía sospechar que se convertiría en una auténtica estrella del cine.