No hay mejor cine que el autoconsciente. Cualquier película ha de saber exactamente el nivel de seriedad adecuado con el que debe abordarse. Y si la historia que tienes entre manos es la de un oso que se come un fardo de cocaína de un kilo, lo normal es que lo abordes todo desde el punto de vista más gamberro posible y sin tomarte en serio. Y esa es la enorme virtud de la divertidísima Oso vicioso.
Un varipinto grupo formado por policías, delincuentes, turistas y adolescentes converge en un bosque de Georgia donde un oso negro de 500 libras se vuelve loco después de ingerir cocaína, que cayó del avión de un narcotraficante. Con ese punto de partida, Elizabeth Banks vuelve a alejarse de la interpretación para colocarse de nuevo tras las cámaras adaptando muy libremente una historia real ocurrida en la década de los 80. El resultado es una película salvajemente divertida que ya ha conseguido petarlo en las taquillas de Estados Unidos.
Ahora llega nuestro turno. Hoy mismo, viernes 31 de marzo se planta en las salas de cine españolas Oso Vicioso. Keri Russell, Ray Liotta (en su último papel) y O’Shea Jackson Jr. son los protagonistas de una cinta hacer que lo pasemos en grande. Para muestra, un botón.