Son de esas películas que funcionan sin que nadie lo entienda. La fórmula de apostar por un par de actores con tirón y meternos el proyecto hasta en la sopa es algo bastante habitual en el seno de Netflix. La plataforma de streaming consigue así éxitos pasajeros que, a la postre, terminan lastrando su catálogo. Y es que la pereza con la que se hacen películas como Criminales a la vista es preocupante.
Después de conseguir que Criminales en el mar (201)9 películas más vistas a pesar de lo flojita que era, en Netflix han decidido volver a apostar por Adam Sandler y Jennifer Aniston en Criminales a la vista, una secuela tan prescindible como pobre. Y es que poco o nada se salva en el filme.
Nick y Audrey Spitz, ahora detectives a tiempo completo que tratan de hacer despegar su agencia de detectives privados, se ven inmersos en un conflicto internacional cuando su amigo, el maharajá, es secuestrado en mitad de su fastuosa boda.
Melanie Laurent o Mark Strong acompañan Adam Sandler y Jennifer Aniston en una película que ni es salvada por el enorme talento de sus protagonistas. Criminales a la vista es irrelevante en cada uno de sus 90 minutos, pero volverá a funcionar a las mil maravillas en lo referido a reproducciones. En fin…
Pues a mi me parece super entretenida y divertida. Y no debo ser el único, por eso funciona.