Pocos creativos han mostrado una facilidad comparable a la suya para colarse por los recovecos más oscuros del alma humana. Hablar de David Cronenberg es hablar de uno de esos directores capaces de meter la mano donde casi nadie se arriesga. Un talento retorcido que nunca deja a nadie indiferente. Maestro del cine controvertido, probablemente Crash sea su obra más arriesgada.
Una noche, James Ballard estrella su cochea accidentalmente contra el de una mujer llamada Helen. A consecuencia del siniestro, ambos son ingresados en un hospital. Pero lo que resulta realmente sorprendente es que inmediatamente después del choque los dos sintieron una extraña excitación y atracción mutua. Desde ese momento, la vida de James se irá precipitando hacia un mundo oscuro y prohibido, dominado por el peligro, el sexo y la muerte.
Referirse a Crash como sombría y turbadora se queda corto. David Cronenberg retuerce al máximo su amor por el horror corporal en una cinta que entra en terrenos sexuales inesperados y difícilmente imaginables. Con la colaboración de un James Spader en estado de gracia y de la siempre brillante Holly Hunter, Crash se convertía en una obra radical e inclasificable que lo ponía todo patas arriba en el año 1996.
Amada y odiada a partes iguales, lo que jamás se le puede reprochar a David Cronenberg es que se mueva por el terreno de lo usual. Crash es un golpe inesperado por la espalda, lo que podemos recordar gracias a Prime Video y Filmin.