Después de haberlo conseguido todo delante de las cámaras ha decidido que es el momento de hacer lo propio detrás. El bueno de Mario Casas llevaba tiempo con el gusanillo de dirigir una película y el momento ha llegado con Mi soledad tiene alas, una cinta con mucho de autobiográfico.
En un barrio humilde a las afueras de Barcelona, Dan (Óscar Casas) y sus dos amigos, Vio (Candela González) y Reno (Farid Bechara), viven sin pensar en el mañana, entre fiestas y dando palos a joyerías. Detrás de su apariencia de pequeño delincuente, Dan esconde un artista con talento, y una sensibilidad distinta al mundo que le rodea. La reaparición de su padre, tras salir de la cárcel, despierta los viejos demonios de Dan, sumergiéndolo en una espiral de violencia que le obliga a huir y pone a prueba la amistad entre los tres amigos. Empieza un viaje de descubrimiento sin retorno para Dan y Vio, donde tienen que dejar atrás los niños que fueron, cambiando sus vidas para siempre. ¿Podrán escapar de su destino por amor?
Así se presenta Mi soledad tiene alas, una cinta que el propio Mario Casas coescribe junto a Deborah François y que tendrá como protagonista a su hermano Oscar Casas, liderando un reparto casi sin profesionales, seleccionado durante un largo proceso de búsqueda y en la que Candela González y Farid Bechara acaparan protagonismo.
Nostromo Pictures produce La Soledad tiene alas con la participación de Netflix. Una apuesta de lo más interesante que pondrá a prueba el talento como director de Mario Casas y que llegará a las salas de cine de nuestro país el próximo 25 de agosto. Ojo a su primer tráiler, porque no tiene mala pinta.