Todavía nos sorprende que haya caído en el olvido tan rápida e inmerecidamente. A veces parece que todo está hecho ya en el terror. Por suerte, de vez en cuando nos encontramos con películas tan brillantes como escalofriantes. Ejercicios de cine que nos hacen sudar la gota gorda. Algo que nos ocurría allá por el año 2005 con esa maravilla titulada The Descent que bien merece la pena recordar.
Seis amigas se reúnen en una remota montaña para emprender una expedición espeleológica. Juno, que dirige al grupo es dura, persuasiva y peligrosa. Las demás son las hermanastras Rebecca y Sam, Holly y Beth, una profesora de inglés que va a regañadientes para cuidar de Sarah. Ésta se está recuperando de un colapso mental causado por la muerte de su marido y su hijo un año antes. El grupo queda atrapado en una cueva cuando una roca se desprende y bloquea la salida. Mientras buscan otra salida en medio de un laberinto de túneles, son perseguidas por una raza de hambrientos depredadores…
Pese a que la repercusión de la película a lo largo del tiempo no ha sido demasiada, lo cierto es que The Descent es una cinta tremenda. Claustrofóbica a niveles difíciles de describir, pero parece que ya es suficiente con el agobio sufrido por las protagonistas, encima resulta que entran en juego unas criaturas escalofriantes. Así vivimos un ejercicio de tensión y gore de cien minutos que bien merece nuestra atención hoy. Si todavía ha no has entrado en las profundidades de The Descent, ya estás tardando.