Hay que empezar a decir que las series no le están saliendo demasiado bien a Disney+. Después de un inicio prometedor, parecía que entre Marvel y Star Wars se venían años de vino y rosas, pero la realidad es que el resultado que estamos viendo deja mucho que desear. Una tras otra, las nuevas secciones televisivas quedan lejos de cubrir las expectativas. Algo que ha vuelto a ocurrir con Secret Invasion.
Prometíamos muy felices con una serie cargada de grandes atractivos. Además, el regreso de Samuel L. Jackson como Nick Furia invitaba a pensar que se venía una joyita. Desgraciadamente, Secret Invasion da la sensación de tener muy poquito que ofrecer todo el tiempo. Una lástima.
Secret Invasion liga un poco con la temática de Capitana Marvel y nos cuenta cómo los Skrulls se han infiltrado sigilosamente en la sociedad humana, y así tomar el control de puestos clave de la sociedad y garantizar su victoria final. De esta forma, lo que vivimos es un cansino juego de ir tratando de saber quién es skrull y quién no. Una dinámica que pierde su gracia a las primeras de cambio.
Por suerte, si de algo podemos disfrutar en Secret Invasion es de intérpretes tan talentosos como Olivia Colman, Samuel L. Jackson, Ben Mendelsohn y Emilia Clarke. Lástima que el resto de cosas no luzcan tanto.