Reconocer que nadie como él sabe dar con el gusto del gran público. Hasta hace no mucho tiempo, Santiago Segura era inevitablemente relacionado con la saga Torrente. Sin embargo, lejos de apagar su estrella, el final del detective más gañán de la historia del cine daba paso a una nueva era bien distinta. La etapa de las películas familiares con las que está haciendo saltar la banca una y otra vez.
Tres entregas de Padre no hay más que uno, dos de A todo tren y , ahora, el turno de Vacaciones de verano. Sin excepción, cada una de las películas ha reventado la taquilla a lo bestia. Algo que tiene toda la pinta de que volverá a repetirse este mismo fin de semana con Vacaciones de verano, una cinta en la que vuelve a unirse a otro de los rostros con más tirón del cine español de los últimos años, como es Leo Harlem.
En este caso, la historia nos acerca a dos amigos, Oscar y Félix, que pierden su trabajo y se ven obligados a aceptar un trabajo temporal como animadores infantiles en un hotel de lujo. Al ser ambos divorciados, les tocan sus hijos un mes de verano y les es imposible compaginarlo con el trabajo, con lo cual deciden llevarse a los niños y ocultarlos en el hotel, escondidos en la zona de empleados… pero el plan resulta ser un desastre.
Lo más curioso de todo es que, lejos de llevarse palos de la crítica como las últimas películas, Vacaciones de verano llega con la bendición de la prensa especializada. Ojo, porque esta vez Santiago Segura va a hacer saltar la banca… y con razón.