No hay nada como una película autoconsciente de sus virtudes y limitaciones. Cuando encaras un proyecto en el que tienes como gran amenaza a un megalodón de 800.000 millones de metros de longitud y 5 millones de dientes, lo adecuado es tomarte las cosas un poco de chill. No darle demasiada dignidad al asunto, para evitar caer en el ridículo. Un error que cometía la reciente e infame Tiburón negro, pero en el que no van a caer en Megalodón 2: La fosa.
Si la primera entrega de Megalodón ya optaba por caer muchas veces al terreno de la comedia más desenfadada, tiene toda la pinta de que Megalodón 2: La fosa va a ir mucho más allá. Sin renunciar a sus momentos de tensión o terror, la cinta protagonizada por Jason Statham promete dosis de gamberrismo legendarias. Algo que podremos empezar a disfrutar desde este próximo 4 de agosto. Y es que Megalodón 2: La fosa es de esas películas en las que lo más conveniente es sentarse en la sala y disfrutar.
¿De qué va Megalodón 2: La fosa? Pues de un tiburón enorme que va a tenérselas tiesas con Jason Statham. Puño contra aleta entre dos auténticos titanes. Seguramente gane Jason, pero las pasará canutas. Y nosotros lo vamos a pasar en grande asistiendo al duelo.