Sabíamos de casos en los que se le pagaba a alguien una millonada por protagonizar un proyecto, pero lo de untarle el bolsillo a lo grande para no aparecer en una serie es algo que no habíamos oído nunca. ¿Quiénes fueron los pioneros? Pues James Gandolfini y HBO.
Automáticamente, a la hora de pensar en James Gandolfini se nos viene a la mente Los Soprano, una de las mejores series de la historia. La ficción de HBO es pura leyenda, como la figura del tristemente desaparecido actor, encargado de dar vida a Tony Soprano. Y tal era la reputación de la serie que en HBO palidecían solo con pensar en que James Gandolfini podía estar en otra serie que, para colmo era comedia y no de las suyas.
Cuando Steve Carell decidió dejar su papel de Michael Scott en la genial The Office, los responsables de la serie pensaron en que James Gandolfini sería una opción ideal para ocupar el lugar de Carell al frente de la compañía de papel Dunder Mifflin. Ahí fue cuando a los responsables de HBO les entraron los siete males. ¿Tony Soprano en una comedia afamada? De ninguna manera. Se les ocurrió entonces una jugada nunca vista: Pagarle por no aceptar el papel.
Así con la tontería, le pusieron a James Gandolfini 3 milloncejos de dólares por no irse a The Office, a pesar de que Los Soprano había terminado años atrás. Y Gandolfini, como todo hijo de vecino, aceptó. Así, HBO y actor hicieron un negocio de lo más curioso.