Les tiemblan las rodillas a los amigos de DC. No se les puede culpar, ya que últimamente muestran una facilidad inmensa por estrellarse en taquilla. Da igual que las películas les salgan tan estupendas como Flash, porque hay una preocupante sensación de que se mueven sin rumbo, lo que los espectadores están castigando una y otra vez.
Ahora han llegado James Gunn y Peter Safran para darle un lavadito de cara a todo el asunto. Lo que pasa es que hasta dentro de un par de años no empezaremos a ver las películas que ellos han planificado. Mientras tanto tienen que asumir las cintas que ya estaban hechas o en desarrollo a su llegada. Y están francamente asustados con Aquaman 2, lo que también provoca que nosotros estemos temerosos.
Tres veces se ha rodado ya la película. ¿Esto es bueno? Pues llamadnos prejuiciosos, pero no parece. Tras la filmación original, hasta en dos ocasiones se ha vuelto a rodaje para nuevas escenas y cambiar materiales. Hace días trascendía un regreso a set, con su consiguiente montaje adicional. Pero lo del segundo regreso ya empieza a desprender un aroma bastante preocupante.
El 20 de diciembre llega a nuestros cines Aquaman 2 y nosotros estaríamos bastante preocupados si fuésemos Jason Momoa, porque Warner y DC todavía tienen varios meses para volver a rodar un puñado de veces. Esto de ser superhéroes de DC es un deporte de riesgo en toda regla.