No tenemos demasiado claro si es buena idea ser amigo de Tom Cruise. Vale que el tipo es bastante generoso y su calidad humana no deja de ponerse en valor por parte de todos los que ruedan con él. Lo que pasa es que, como Tom Cruise es muy Tom Cruise, cuando se le ocurre hacer un regalito hay que ponerse en lo peor.
Durante el rodaje de Misión Imposible: Sentencia Mortal, el actor volvió a tener un detallito de esos de los suyos con el equipo. Y no les regaló pijamita de seda precisamente. Tal y como el actor Simon Pegg o el director Christopher McQuarrie explicaban, uno de los días el bueno de Tom quiso alegrarle la vida a todos llevándoselos a nadar con tiburones. Otro día en la oficina para Tom, pero que dejó a todos infartados.
Algo que también hace Tom Cruise cuando trabaja por primera vez con un nuevo compañero de reparto es regalarle una tarta de coco que él mismo cocina. Famosas son entre todos sus amigos. Y esta vez le tocó a la debutante Hayley Atwell. Por su parte, a Pom Klementieff le regaló clases de salto en paracaídas para poder lanzarse juntos. Tiburones, tartas de coco y saltos en paracaídas. Así es Tom.