Siempre le va a perseguir el papel de Jon Snow. El bueno de Kit Harington lleva años convertido en una gran estrella. A pesar de que no era el tipo más feliz de Poniente, al final se le cogía cariño a lo largo de todas las temporadas de Juego de Tronos. Y es que el pobre iba de penuria en penuria. Lo que pasa es que su fama alcanzaba descomunales niveles, lo que provocaba que, como otros grandes rostros de la serie, les lloviesen las ofertas. El problema es que parece haber una maldición sobre los actores de Juego de Tronos.
Dos grandes producciones contaban con la participación de Kit Harington. En el año 2014, aprovechando la cresta de su fama, el actor se convertía en el protagonista de la película Pompeya. Una gran producción que resultaba un desastre a todos los niveles. Horror de película y batacazo en taquilla. Así tenía que esperar unos añitos para que llegase la que parecía su segunda gran oportunidad en el cine. Esta vez de la mano de Marvel y Los Eternos.
Poco se puede decir. Los Eternos uno se convertía en el mayor fracaso en taquilla del universo cinematográfico de Marvel. De hecho, a día de hoy parece improbable que una secuela pueda ver la luz, lo que condenaría el futuro del actor dentro del cine de superhéroes.
Ahora, Kit Harington ha decidido que lo adecuado es volver al lugar donde más feliz fue. HBO Max ya trabaja en una serie spin-off de Juego de Tronos centrada en el personaje de Jon Snow y que tendrá de nuevo como protagonista al intérprete. Esperemos que la cosa le sirva para ganarse una nueva oportunidad en la gran pantalla y sacudirse la maldición de Juego de Tronos.