Da la sensación de que los buenos tiempos de Julia Roberts quedaron atrás. La que un día fuese la novia de América ha ido viendo como cada vez le llegan papeles menos interesantes. A sus 55 años no se puede decir que haya dejado de trabajar en ningún momento, pero verla en un éxito cinematográfico resulta cada vez más extraño. Y es que tampoco se puede decir que haya tenido muy buena mano a la hora de elegir papeles. De hecho rechazó dos que habrían provocado que las cosas fuesen bien distintas.
Allá por el año 2009, La proposición se convertía en una de las grandes comedias románticas de la historia del cine. De hecho, para muchos es la Pretty Woman de la siguiente generación. Una película protagonizada por Ryan Reynolds y una Sandra Bullock que se quedaba con el papel que rechazaba Julia Roberts. Gran error por parte de la ganadora del Oscar por Erin Brockovich.
Pero el auténtico patinazo llegaría ese mismo año. A Julia Roberts le ofrecían protagonizar The Blind Side (Un sueño posible), una cinta dirigida por John Lee Hancock que no terminaba de convencer a la actriz. De nuevo el personaje iba a parar a manos de Sandra Bullock y le valía para hacerse con el Oscar. En su lugar, Julia Roberts aceptaba el papel en Historias de San Valentín a cambio de 3 millones de dólares. Un buen salario a cambio de perder a un personaje que podría haberle llevado de nuevo a lo más alto. Seguro que todavía se arrepiente.