Han pasado más de dos semanas, pero el “piquito” de Luis Rubiales sigue dando que hablar igual que el primer día. El presidente de la Federación Española de Fútbol se marcaba un comportamiento inaceptable durante la celebración del Mundial Femenino de fútbol. Su beso a Jenni Hermoso provocaba que todo el mundo se echase encima de un Rubiales que, a pesar de todo, se negaba a dimitir.
La imagen daba la vuelta al mundo. Las reacciones se extendían por todas partes, afeando y condenando la actitud de Luis Rubiales. Sin embargo, Woody Allen ha querido ofrecer un enfoque bien distinto al de la generalidad. En una entrevista concedida a El Mundo, el menudo de director se descolgaba con unas declaraciones que han provocado que le llevan las críticas por todas partes.
“De primeras pensé es que no se escondieron, ni él la besó en un callejón oscuro. No era una violación. Era solo un beso a una amiga. ¿Qué hay de malo en eso? Si resultó inapropiado o agresivo, hay que decirle claramente que no eso no se puede hacer y que se disculpe, pero tampoco es que haya asesinado a alguien. Como ciudadano medio, lo cierto es que estuvo mal. Claramente hizo algo incorrecto… pero no fue como si hubiera quemado un colegio”.
Automáticamente se producía una cascada de reacciones a unas palabras de Woody Allen en las que se venía a decir que el comportamiento era inadecuado, pero con una disculpa ya sería suficiente. Un Woody Allen que considera que “nadie debería perder su puesto de trabajo por un beso” y que es excesiva la “persecución” a Rubiales. ¿Qué os parece?
País de locos, se monta semejante número por esto, y no por tener asesinos de la ETA en el gobierno o pactos con golpistas o con leyes que sacan a violadores a la calle.
El español medio es………………..
Amén