La remontada es un hecho. Después de perder el favor de los espectadores durante más de un año y de ver como su reinado empezaba a irse a pique, en Netflix parece que están recuperando esa facilidad que tenían antaño para firmar grandes éxitos. Se ha recuperado el nivel de muchas de sus apuestas y vuelve a ser algo habitual encontrarnos con fenómenos arrolladores. Algo que parece estar directamente vinculado con el aumento de la calidad de sus apuestas. Algo que ha vuelto a quedar de manifiesto con Nowhere.
Mía es una mujer embarazada que, junto a su marido, huye de un país totalitario escondida en un contenedor marítimo. Tras ser forzosamente separados, deberá luchar por su supervivencia cuando una violenta tormenta la arroja al mar. Sola y a la deriva en mitad del océano, Mía se enfrentará a todo para salvar la vida de su hija y reencontrarse con su pareja.
Ese es el argumento de Nowhere, un thriller de supervivencia que nos deja sin respiración en más de un momento. Cinta trepidante que está consiguiendo meterse en el bolsillo a todos los usuarios de Netflix.
Ana Castillo es el epicentro absoluto de una película en la que acapara todo el protagonismo. Un trabajo entregado y agónico que consigue mantenernos hipnotizados durante 110 minutos sensacionales. Nowhere funciona a las mil maravillas y el gran público está sabiendo apreciarlo.