Con el auge de las plataformas en streaming, se ha fomentado en la población el consumo de series de televisión en jornadas maratonianas. La oferta es muy variada y la competencia feroz. Pero la sobre oferta también es peligrosa. Tiene un inconveniente y es el hecho de que grandes superproducciones o nuevas temporadas de aquellas historias que nos sedujeron en un momento pasado, puedan eclipsar a obras menos ambiciosas pero con un gran encanto.
Este es el caso de la recientemente estrenada en HBO Max Wolf, una miniserie que cuenta con 6 capítulos de unos 50 minutos de duración, donde se nos sumerge en dos historias entrelazadas: por un lado, tenemos a un detective que tiene que enfrentarse a los demonios de su pasado para lograr comprender el presente y por otro, a una familia asediada en su casa por un asesino en serie que tendrá que hacer todo lo que esté en su mano por sobrevivir.
Al atractivo del argumento, se une una narración progresiva con numerosos giros de guion que ni siquiera los más avezados serán capaces de prever. Sin embargo, parece que está pasando sin pena ni gloria por la plataforma y la gente se está decantando por otras opciones. Pues bien, cabe decir que, sin llegar a alcanzar los estándares de calidad de obras mayores como Seven o Funny games, sí consigue evocar su esencia, dando como como resultado un entretenido ejercicio cinematográfico que consigue hacer primar sus virtudes y resultar funcional en todos los aspectos. Altamente recomendable.