Seamos sinceros: nos encanta el cine de terror. Y, a medida que se acerca Halloween, parece que tenemos una mayor predisposición a su consumo. No obstante, dentro del género hay películas que con las que disfrutamos de su puro frenetismo y entretenimiento, y otras que nos dejan malito el cuerpo debido a la crudeza de sus propuestas.
Este último es el caso del filme francés Al interior. La película nos plantea la temática de una mujer embarazada que, durante la noche de Navidad, se ve acosada por un individuo con unas enormes tijeras que hará lo imposible por entrar y acabar con la vida de la protagonista. Del argumento planteado, pudiera parecer que nos encontramos ante otra rutinaria película de home invasión, pero nada más lejos de la realidad. La visceralidad de las escenas y de su argumento merecen una mención aparte, ya que nos encontramos con una obra tremendamente elaborada en cuanto a guion se refiere, donde la premisa no es más que una excusa para que comience la pertinente matanza.
Es Al interior una de esas cintas que siempre pretende ir más allá y mostrarnos el lado más oscuro del género humano, tiñendo de sangre cada secuencia. Encima, el catálogo de giritos inesperados que ni siquiera los más avezados esperan es realmente amplio. Todo un catálogo de humildad para los más listillos.
Al interior es un filme altamente recomendable, pero solamente para valientes. Desde su estreno allá por el año 2007 ha generado controversia por alguno de sus momentos clave y ha ocasionado una división de opiniones entre el público (no así en la crítica especializada, que es unánimemente favorable). A disposición de todos en Prime Video. No digas que no te advertimos.