Han pasado ya unos cuantos años, pero Jungla de Cristal sigue siendo una de esas películas que siempre disfrutamos. En el año 1988, Bruce Willis se ponía al frente de una cinta que pronto se convertía en una de las imprescindibles de la historia del cine. Pocas películas de acción se pueden comparar, aunque para muchos sigue siendo una película navideña.
En lo alto de la ciudad de Los Ángeles, un grupo terrorista se ha apoderado de un edificio tomando a un grupo de personas como rehenes. Sólo un hombre, el policía de Nueva York John McClane (Bruce Willis), ha conseguido escapar del acoso terrorista. Aunque está solo y fuera de servicio, McClane se enfrentará a los secuestradores. Él es la única esperanza para los rehenes.
La historia nos la sabemos de memoria. Lo curioso es que, por aquel entonces, Bruce Willis era un actor más asociado a la comedia. Al gran público le costaba imaginar que el protagonista de la serie Luz de luna podía frustrar un ataque terrorista. En cualquier caso, la apuesta de Fox por Bruce Willis era absoluta, hasta el punto de que se decidió pagarle la friolera de 5 millones de dólares por ser el protagonista de Jungla de Cristal. Una cifra inaudita para aquellos días, pero que resultó ser una inversión redonda. La película lo petaba a lo grande y Bruce Willis se convertía en una de las grandes estrellas del cine de acción.