¿De dónde viene la nieve? No vamos a descubrir ahora que es una de las películas que más han marcado en nuestras vidas. Hablar de Eduardo Manostijeras es hablar de un filme que siempre nos emociona. Y es que mil veces podremos ver la película de Tim Burton y todas ellas nos da un vuelvo en el interior. Joya absoluta que marcaba también la primera colaboración entre Johnny Depp y el genial director.
Un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de manos. Otra historia llegaba a nuestras vidas en 1990 y, automáticamente, Eduardo Manostijeras se hacía un hueco en nuestros corazones. Algo que conseguía a base de una ternura natural, porque locuaz no se puede decir que fuese precisamente. De hecho, resulta francamente sorprendente el número de palabras pronunciadas por Johnny Depp durante toda la película.
Eduardo era tímido muchacho bastante parco en palabras y las 169 con las que despachaba la película son buena muestra de ello. El personaje graba convertirse en uno de los más emblemáticos de la historia del cine sin llegar a los dos centenares de palabras pronunciadas. Eso sí, el reto al que se enfrentaba Johnny Depp sin poder hablar no era tema menor. Un ejercicio interpretativo impresionante para el que no le hizo falta decir muchas cosas.