Vuelve los días de vino y rosas a la plataforma de streaming. Después de unos añitos de lo más complicados, en Netflix han recuperado la senda del éxito. Han sido unas cuantas decisiones controvertidas las que han puesto contra las cuerdas a la compañía, pero está claro que su hoja de ruta funciona. Los nuevos estrenos que nos vamos encontrando son sensacionales. Netflix vuelve a firmar fenómenos en toda regla, y con todo merecimiento. Algo que encuentra en El Asesino su mejor ejemplo.
David Fincher, uno de los mejores directores de las últimas décadas, volvía a ponerse tras las cámaras con una cinta sensacional. En compañía de Michael Fassbender, el responsable de Seven mostraba su mejor versión con una película de esas que se cuecen a fuego lento, pero que golpean directamente en la boca del estómago.
Después de un fatídico error, un asesino se enfrenta a sus jefes y a sí mismo en una persecución internacional. La premisa parece ajustarse a muchas de las grandes películas de acción de los últimos años, pero El Asesino juega en otra liga. La cinta es meticulosa y evita todo tipo de caída en los vaivenes, persecuciones y similares. Aquí hay tensión y una constante sensación de peligro flotando en el ambiente. No es John Wick… ni falta que hace.
Después de su estreno limitado en las salas de cine de todo el planeta, el pasado viernes 10 de noviembre aterrizaba en la parrilla de Netflix El Asesino, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos del año para la compañía. Un fenómeno de esos que no se ven todos los días. El sello de Netflix vuelve a tener el valor de antaño.