El cambio de política es una realidad. Si a lo largo de estos últimos meses ya veníamos apreciando una enorme apuesta por la calidad en el seno de Netflix, ahora se ha confirmado definitivamente. La plataforma de streaming anunciaba su intención de producir menos películas y series, pero de mayor nivel. Un nuevo modelo en el que ya no cabe de todo y que podría haberse cobrado su primera víctima.
En el año 2022 se plantaba en la parrilla de Netflix una propuesta de proporciones épicas. Los hermanos Russo (Vengadores: Endgame) eran los responsables de El agente invisible, un thriller de acción en el que se dejaban la friolera de 200 millones de dólares. Para la cita se recurría a una plantilla de protagonistas impresionante en la que destacaban los nombres de Chris Evans, Ryan Gosling y Ana de Armas. Lo que pasa es que el resultado no era todo lo gratificante que se esperaba.
El agente invisible no terminaba de funcionar a nivel creativo, pero tampoco en lo referido a rentabilidad. La cinta quedaba lejos de cumplir las expectativas generadas, el éxito justo como para que se diese luz verde a una secuela. Una cinta cuyo desarrollo tendría que empezar bastante pronto, pero que ahora se encuentra en la cuerda floja.
Scott Sttuber ya no tiene claro que El agente invisible 2 vaya a desarrollarse. Según ha explicado en una entrevista concedida a Collider, el director de la división de películas de Netflix no está dispuesto ya a lanzarse con películas de semejante presupuesto y que encima no funcionen. “Tenía demasiadas escenas de acción. Debimos poner menos”. Está más que clara la insatisfacción con El agente invisible en el seno de Netflix. Así, la supervivencia de su secuela parece una quimera.