Era la crónica de una muerte anunciada. Se venía presagiando desde hace meses que The Marvels iba a ser el mayor fracaso de la historia del universo cinematográfico de Marvel y así se ha consumado. Los 160 millones de dólares recaudados en todo el mundo en sus primeras dos semanas en taquilla suponían un importante descalabro económico (puesto que en su producción se emplearon más de 250 millones, sin contar costes de distribución y publicidad).
Sin embargo, una de las figuras más respetadas del mundo del entretenimiento ha decidido dar la cara por la película. Se trata ni más ni menos que el enorme Stephen King, rey del terror y del suspense literario por excelencia. A través de sus redes sociales a expresado que le parece desagradable el regodeo de la prensa y la crítica especializada por el fracaso de la película. Incluso ha dicho que le parece un comportamiento de odio adolescente.
Nos unimos a sus palabras, la propaganda negativa sobre la película empezaba hace meses, como si todos estuviesen empeñados en precipitar su fracaso incluso antes de ver nada. Parece que todo el mundo estaba deseando ver estrellarse al universo cinematográfico de Marvel con uno de sus proyectos. De momento el comienzo de la película en su rendimiento comercial no ha sido bueno. Veremos si levanta cabeza en las próximas semanas y más de uno se tiene que retractar sobre lo dicho. Pero la verdad es que no tiene pinta.
Es por el bien del cine.
Marvel está haciendo cada vez películas más infantiles y flojas.
Si siguieran siendo un éxito en taquilla, no cambiarían nada, seguirían en esa línea.
Un toque de atención, para los que nos gusta el cine, es bueno, habían caído en la fórmula fácil, incluso DC iba ya por esa línea con sus Shazam, Blue Beetle y seguramente la secuela de Aquaman.
Siempre habrá gente que quieran que les metan el mismo producto una y otra vez, pero bueno, eso ya lo han dicho South Park en su episodio. Pero otros queremos que no se acomoden, que avancen, que arriesguen, que nos sorprendan y que dejen de bajar la calidad de sus producciones.