No sabemos lo que le ha pasado a Ridley Scott en los últimos años, pero lo que está claro es que cada vez que le ponen un micrófono delante la lía pardísima. A sus 85 años, el veterano director ha decidido que no se va a morder la lengua con nada. Lleva ya tiempo sumido en una ola de destrucción masiva dialéctica muy difícil de explicar. Pero la cuestión es que toda entrevista se ha convertido en una mina de oro en la que cualquiera puede llevarse unos palos. Y el turno esta vez ha sido para Martin Scorsese.
Mientras todavía colea su guerra con la prensa francesa a consecuencia del rigor histórico mostrado en Napoleón, esta vez Ridley Scott se ha metido en otro jardín al criticar el ritmo de trabajo de Martin Scorsese. Una forma de afrontar el cine que, visto lo visto, no comparte demasiado.
“Desde que Scorsese empezó con Los asesinos de la luna yo he hecho cuatro películas”, comentaba con cierta mofa al referirse a los tiempos manejados por Martin Scorsese con sus producciones, al tiempo que se vanagloriaba de su forma de trabajar.
Y hay que reconocer que Ridley Scott no miente con sus palabras. En un pequeño margen de tiempo hemos asistido a los estrenos de El último duelo (gran fracaso de taquilla) y La casa Gucci (gran fracaso de todo). Con Napoleón parece que puede dar con el favor del gran público (que no con el de la crítica) y lo que pase con la próxima Gladiator 2 está por ver. Visto lo visto, igual debería tomarse un poco más de tiempo con sus películas.