Si hace unos días ya apuntábamos que este 2023 está poniendo de manifiesto un claro cambio de tendencia dentro de la industria, ahora la cosa se confirma definitivamente. Las grandes compañías se han empeñado en dejarse auténticos pastizales en incontables proyectos, a lo que el gran público ha respondido con una corrección natural del mercado. No hay suficiente pastel para películas que, para colmo, son prácticamente iguales y carentes de todo tipo de originalidad.
Indiana Jones y el dial del Destino, Ant-Man y la Avispa: Quantumania, The Marvels, Los Asesinos de la Luna, Wish, Napoleón, La Sirenita… La lista de películas con un presupuesto de 200 millones de dólares o superior a esa cifra es asombrosa. Pero todavía resulta más llamativo que solo una película de ese coste haya conseguido arrojar beneficios en este 2023. Todas han causado graves perjuicios económicos a las compañías responsables, con la salvedad de Guardianes de la Galaxia Vol. 3.
La tercera entrega de la saga monográfica del disfuncional grupo de superhéroes de Marvel se plantaban las salas de cine de todo el mundo el pasado 4 de mayo. Una cinta que venía a cerrar el ciclo de los Guardianes de la Galaxia y en la que Marvel se dejaba 200 millones de dólares solo en producción. Por suerte, la película volvía a demostrar su gran conexión con el gran público y terminaba con una recaudación total de 773 millones de dólares alrededor del planeta, de modo que hablamos de un balance positivo incluso sumando los otros cien millones que se gastaba la compañía en marketing.
Visto lo visto, más vale que dentro de la industria empiezan a darle una pensada a la política de proyectos, porque otro año como este 2023 es inasumible para las grandes compañías.