Parece mentira que estemos en el año 2023. Hace unas décadas, la censura en el mundo del cine estaba a la orden del día, siendo el género de terror uno de los más afectados por esa mala costumbre. El ejemplo más claro de ello fue La matanza de Texas, filme de 1974 que no puedo ver la luz en la mayoría de los Estados Unidos hasta dos o tres años después de su estreno oficial (en Reino Unido se demoró hasta bien entrados los años 80).
Sin embargo, la censura en estos días no ha desaparecido por completo. Aún asistimos a movimientos lamentables. La mentalidad de los estudios y del público a evolucionado y actualmente hay muy pocas cosas que no se puedan ver en pantalla, pero siguen existiendo. De hecho, incluso en occidente se acentúan por ese afán de blanquearlo todo.
En Netflix se están llevando palos por todas partes… Y con razón. La versión de El Exorcista que tiene en su catálogo es la estrenada originalmente en los cines, con incontables escenas censuradas, y no la magnífica remasterización que se hizo con motivo de su 25 aniversario donde sí aparecían varias de sus secuencias más icónicas. Por poner un ejemplo, en la versión inicial no salía el momento de Regan poseída bajando las escaleras cual ser del inframundo (por lo tanto, tampoco se podrá ver en Netflix).
El cabreo de los fans del terror de todo el mundo con Netflix es monumental. Hay escenas de El Exorcista que se encuentran en el imaginario colectivo de toda una sociedad y no pueden faltar de ninguna manera en la película. Esperemos que recapaciten y suban la versión correcta a la mayor brevedad posible, porque estamos que nos da vueltas la cabeza.